Canino (2009) es la segunda película de Giorgos Lanthimos y viene avalada por la nominación del Oscar a la mejor película de habla no inglesa, el premio de Cannes a "Una cierta mirada" y por haber entrado en la selección oficial de largometrajes de Sitges, es decir, apenas necesita elogios porque ya los tiene.
Canino nos cuenta la historia de una familia de cinco miembros, dos padres, dos hijas y un hijo que viven recluidos en su casa. Los hijos no conocen nada del mundo exterior y, como les ha enseñado su padre, no podrán salir de ella hasta que se les caiga el canino (de ahí el nombre de la película).
Han sustituido los referentes de palabras conflictivas, como puede ser "teléfono" o "zombie", por otro seguro. Una escena muy simbólica del filme es en la que una hermana en la cena pide el "teléfono", refiriéndose al salero. Aunque todo cambia con la entrada de una chica, Christina, que pondrá en peligro el régimen autoritario del padre
Reduce la complejidad de una sociedad completa a cinco miembros, con tensiones, conflictos y una angustia claustrofóbica constante. Canino consigue liberar lo más profundo de la psicología humana, haciendo reflexionar al espectador sobre aspectos tan universales como la libertad o el enorme poder del lenguaje.
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