viernes, 4 de noviembre de 2011

El árbol de la vida


Entre bostezos y admiración se ha recibido la última película de Terrence Malick, El árbol de la vida protagonizada por Brad Pitt, Sean Penn y Jessica Chastain entre otros. El filme que ha conseguido la Palma de Oro de Cannes nos presenta una historia dividida en el tiempo, de una familia de los años 50 rota por la desgracia. Si ya de por sí el argumento resulta interesante, el tratamiento que hace Malick de la narración sumerge al espectador en un viaje abstracto, con destino al alma, en el que surgen interrogantes existenciales básicos de la vida humana.
En el seno de una familia con una figura paterna represiva y autoritaria, a la que da vida Brad Pitt, dos hermanos conviven en un barrio residencial ambientado en los años 50. Este ambiente de violencia contenida y a veces expresada marcará a los personajes, que se tambalean durante su adolescencia en los límites morales. Sin embargo, como podréis apreciar pasado el primer cuarto de hora, Malick se aleja de la estructura narrativa tradicional, incluyendo imágenes del universo, de la tierra cuando estaba habitada por los dinosaurios, hipnóticas, acompañadas de una voz en off que hacen de las secuencias auténticos llamamientos al interior del espectador, sugiriendo algo muy profundo. Este hecho es lo que ha dividido a público y crítica, si no se siente esta comunión entre imagen y espíritu probablemente paséis dos horas bastante aburridas.
Una película difícil y complicada, pero que ha sido llevada a cabo de manera sublime y es que tener a Sean Penn como protagonista y que solo aparezca en unos veinte minutos de metraje ya avanza algo extraordinario.

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